Cómo hacer Red Velvet


Ya que está tan de moda, tendremos que aprender a hacer cupcakes de Red Velvet, ¿no? Se trata de un bizcocho de color rojo que mezcla el sabor a vainilla, limón y chocolate.

Ahora todos echamos colorante para que sea bien rojo, pero no era así cuando nació esta receta, durante la Primera Guerra Mundial. Entonces, los alimentos estaban racionados y los pasteleros recurrían a la remolacha hervida para mejorar el color de sus pasteles. El resultado: terciopelo rojo. Pero me estoy yendo por las ramas. ¿Manos a la masa?

Antes de nada, vamos a ver qué ingredientes necesitamos.

PARA EL BIZCOCHO

2 huevos
200 gr. de mantequilla
200 gr. de leche
zumo de un limón
cucharadita de colorante rojo
1 tablespoon de extracto red velvet
280 gr. de harina de repostería
240 gr. de azúcar
1 teaspoon de cacao puro
1 pizca de sal
1 teaspoon de bicarbonato
1/4 teaspoon de levadura

¿Empezamos? Lo primero es poner la leche en un vaso y añadirle el zumo de limón. Lo dejamos 10 minutos hasta que veamos que la leche esté cortada. La receta original lleva leche agria, pero como aquí no se vende (ni falta que hace) la conseguimos echando limón.

Casi todas las recetas de Red Velvet incluyen extracto de vainilla tanto para el bizcocho como para la crema de queso, pero a mi me empalaga a muerte, así que nada de vainilla.
Ahora vamos a mezclar en el bol de la batidora todos los ingredientes líquidos: huevos, leche cortada, extracto de red velvet (tiñe de rojo que da gusto), colorante (os recomiendo el Extra Red de Sugalflair) y mantequilla. Recordad que ésta debe estar siempre a temperatura ambiente y esto solo se consigue de verdad dejándola fuera de la nevera durante al menos dos horas.

En otro bol, mezclamos y taminazmos los ingredientes secos: harina, azúcar, cacao, levadura y bicarbonato. Los añadimos a la batidora, en dos veces, cuando los líquidos estén bien integrados.

Como reposteros aplicados que somos, a estas alturas ya tendremos el horno a 160 grados y las cápsulas de papel en el molde. Así que repartimos la masa de red velvet sin llenar las cápsulas más de 2/3. 20 minutos de horno y listo para enfriar en una rejilla y decorar.

No me digáis que no dan ganas de hincarle el diente.
Vamos ahora con la cheesecream de limón que acompaña tradicionalmente al Red Velvet:

PARA LA CREMA DE QUESO

175 gr. de azúcar glass
125 gr. de mantequilla
325 gr. de queso Philadelphia
1 teaspoon de extracto de limón.

Mezclamos en la batidora el azúcar tamizado con la mantequilla (ya sabéis, siempre a temperatura ambiente). Cuando esté bien integrado, le añadimos el queso y el extracto de limón. Batimos despacio durante un minuto y luego más rápido hasta que tengamos la textura densa que queremos.

Metemos la crema en la manga pastelera, pero antes de lanzarnos a coronar nuestros bizcochos, la dejamos un buen rato en la nevera para que coja cuerpo.


Y ya está. Ya podéis dar rienda suelta a vuestra creatividad con la manga pastelera y con la decoración que queráis.

Como veis, yo hice unas flores de fondant y espolvoreé miguitas de bizcocho y corazoncitos de azúcar. ¿Os animáis con esta receta?

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