Guinness cupcake


Feliz día de San Patricio!! Ya sabéis que cuando se trata de comer y beber me acuerdo de todos los santos. No estaría nada mal poder pedirse hoy una pinta en el Temple Bar de Dublín, pero como no va a ser posible, he decidido tomarme la Guinness de otra manera y, de paso, estrenar la sección semanal de repostería con la que pretendo endulzaros cada lunes amargo.
La cerveza Guinness es una stout muy recurrente en recetas dulces y saladas. ¿Queréis aprender a hacer unos deliciosos cupcakes con sabor a Guinnes y cacao?
Para el bizcocho:

4 huevos
250 gr. de mantequilla
210 gr. de harina de repostería
30 gr. de cacao en polvo sin azúcar
250 gr. de azúcar blanco
1 teaspoon de Royal
40 ml. de leche
150 ml. de cerveza Guinness

Para la crema:

150 gr. de azúcar glass
125 gr. de mantequilla
300 gr. de queso Philadelphia
2 tablespoon de reducción de Guinness

Aunque tengan algún que otro cráter, los bizcochos estaban buenos a morir

¿Tenéis todo preparado? Pues empezamos con el bizcocho. Si tenéis Kitchen Aid o similar, genial. Si no, a la batidora. Mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar y la levadura hasta que queden incorporados.


Entonces, añadimos los huevos, la leche y la cerveza, y batimos un poco más rápido. Cuando la mezcla sea homogénea, añadimos la harina en dos veces.

Colocamos las cápsulas de papel en el molde y repartimos la mezcla. No llenéis más de 2/3 de la cápsula. Y por fin al horno, que deberá estar ya a 160 grados. Tardarán en estar hechos entre 15 y 18 minutos. ¡No abráis el horno antes de tiempo!


Mientras dejamos que los bizcochos se enfríen en una rejilla, vamos a por la crema.

Mezclamos con la varilla de la batidora el azúcar tamizado y la mantequilla. Cuando está integrado, le añadiremos el toque de cerveza. ¿Cómo? Pues haciendo previamente una reducción lo más concentrada posible de la Guinness que nos haya sobrado. Se trata de aportar la mayor cantidad de sabor posible con muy poco líquido, de modo que la crema no pierda cuerpo.


Con este truqui no sólo le daremos un toque de sabor, además conseguiremos que la crema tenga exactamente el mismo color que la espuma de la Guinness. Porque señores, la espuma de una stout no es blanca, lo siento. Ni sé la cantidad de tartas Guinness que he visto cubiertas de cremas blancas de queso. No, no es blanca. Y yo soy una friki.

Pero estábamos haciendo la crema. Es el momento de añadir el queso y batir bien. Después, la metemos a la nevera para que la crema coja cuerpo. Una vez fría, ¡a divertirse un rato con la manga pastelera!


Y, como también comemos con la vista, podemos decorar nuestros cupcakes con flores de fondant. A falta de tréboles, yo le he dedicado a Irlanda unas margaritas verdes. Al menos di con el color.

Os aseguro que están riquísimos.

Enjoy St. Patrick's Day!

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