Cómo preparar el Gin tonic perfecto

El gin tonic perfecto

¿Quieres aprender a preparar el gin tonic perfecto? Los licoreros dicen que no hay nada más fácil que fabricar ginebra, ni más difícil que hacer una buena ginebra. Quienes nos dedicamos más a catar sabemos que en los bares hoy en día no hay nada más común que un gin tonic y nada más complicado de encontrar que un gin tonic bien puesto. Así que lo mejor es tomar de nuevo el camino del 'hazlo tú mismo'. ¿Te apuntas?

El secreto del gintonic perfecto son unos ingredientes de calidad, como en cualquier receta, y después un poco de mimo. Necesitarás una buena ginebra (la que más te guste), una tónica fría, hielos grandes (lo más transparentes posible), un limón un poco verde y, por qué no, una hoja de menta o hierbabuena (la menta es mejor, la hierbabuena más fácil de encontrar).


Tomamos una copa grande y ancha. Si sólo tienes vasos de tubo, tenemos un problema...... ¿Ya tienes la copa? Pues, lo primero pon un trocito de piel de limón y los hielos. Muchos hielos.

Sobre ellos, coloca una hoja de hierbabuena.


Ahora, saca un bonito rulo de la piel del limón. Es como pelar una manzana. ¿Lo tienes? Pues haz un twist (retuércelo) sobre la copa para que caigan sus aceites. Después, frota el borde de la copa con la parte amarilla del limón, (siempre la amarilla que la blanca amarga).

Esta costumbre de frotar la copa viene de la falta de salubridad en algunos locales de mala prensa de los años golfos. Hoy, aunque no necesitemos desinfectar nada con el ácido del limón, este gesto nos ayuda a tener un olor más agradable al acercarnos la copa a la boca.


Antes de seguir, remueve bien los hielos por dentro de la copa. Conseguirás soltarlos entre sí, ya que siempre tienden a apelmazarse, y, sobre todo, enfriarás la copa para que la tónica resbale mejor al caer por las paredes heladas.

Ya tenemos todo en el recipiente menos lo esencial: la ginebra y la tónica. ¿Tienes buen ojo para medir la cantidad de licor? Lo adecuado son unos 20-25 mililitros, es decir, un chupito. Así que puedes medirlo antes de echarlo a la copa. No te pases. Echando más licor solo conseguirás estropear tu gin tonic.

Para acabar, o casi, incorpora la tónica. Vete echándola despacio a un hueco en el que no salpique contra el hielo para que no se rompa la burbuja en exceso. Hay quien la deja fluir por el mango de una cucharilla. Incluso por el mango retorcido de un removedor. Son solo adornos. El objetivo es el mismo: que la tónica pierda poco gas al no romper las burbujas.

Vamos, que si la escancias, estilo pub guarrete a las cuatro de la mañana, te quedará una caca de tres pares. El truco es echarla despacio para conservar casi toda la burbuja. El poco gas que se pierda, te saltará a la nariz junto al olor a limón y te hará empezar a disfrutar de tu gin tonic antes incluso de tocarlo con los labios. Está mal tener que recordaros esto, pero los preliminares también son importantes.


Y diréis. ¿Nada más? ¿Ni unos frutos del bosque, ni un trozo de pepino, de regaliz, ni una flor macerada por monjes budistas en la ladera del Himalaya? Pues depende. Por lo general, las ensaladas prefiero comérmelas en un plato. Pero es cierto que, en función de la ginebra que hayamos elegido, alguno de estos ingredientes pueda servirnos para potenciar su sabor y mejorar nuestro combinado.

Me explico. La ginebra es un aguardiente que se logra destilando cebada sin maltear y macerando en el licor bayas de enebro. Con esta base, cada marca busca su propio sabor y lo hace usando otros botánicos durante la maceración.  Por ejemplo, los fabricantes de la ginebra Hendricks utilizan pepino. En este caso, incorporar una rodaja de pepino al gin tonic, potenciaría su sabor.

Otro ejemplo: la ginebra Bahía Gin que promociona Juan Mari Arzak, tiene piel de naranaja en su maceración. En este caso, seguramente lo más adecuado es olvidarnos completamente del limón y sustituirlo por una rodajita de naranja.

Ahora bien, poner regaliz, fresa o pomelo a una ginebra que no lleva estos componentes solo puede tener un objetivo: cobrarte más por el combinado sin aportar nada a su sabor.


¿Te animas a preparar tú mism@ el mejor gin tonic que has probado nunca?

1 comentario

  1. No me gusta el gin tonic, pero viendo las fotos dan ganas de beberlo así tal cual.... algún día de estos se lo preparo a papa salvaje que a el si que le gusta... un abrazo

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